Esta joven ourensana es una de las 18 personas que forma parte del programa de empleo con apoyo de la asociación Down Ourense. Cada vez que empieza a trabajar en alguna empresa la acompaña un preparador laboral que adapta las tareas que debe desempeñar para que así, poco a poco, gane autonomía. Con 23 años para Rocío un trabajo no es solo dinero, es ganar independencia, confianza, es demostrar que puede. «Hacen lo mismo que nosotros. Al principio la dejaba, no le reñía ni le decía que tenía que hacer algo si no lo hacía, hasta que entendí que si no le insisto, no va a aprender», explicaba la dueña de MV Hair Studio, que fue su jefa durante las prácticas que realizó en esta peluquería de la calle Nosa Señora do Portal.
sábado, 31 de julio de 2010
A la conquista de lo desconocido, la independencia
Rocío Rodríguez, como la mayoría de los jóvenes, estaba a la busca y captura de un empleo. Trabajó en una cafetería, en un supermercado y por fin encontró algo que de verdad le gustaba: una peluquería. Y es que Rocío es muy presumida y, como ella misma asegura, le gusta tener las uñas pintadas de rojo y alisarse el pelo. Una peluquería era, por tanto, casi un hábitat natural.
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